FRANTZIA KOCHAM CIE

A veces falta tiempo
para meditar las cosas,
y no siempre hay un roble
americano que nos cubra
cuando llueve y ella está sola.

Si algún día te vas,
si un día me has de dejar
porque quieres estar sola,
no olvides dejarme un claro mensaje
que guíe mis pasos tras los tuyos en la oscuridad.

Volaré sin rumbo. (Balas de algodón).
Quiero abrazar el cielo. (Balas de algodón).
En las ciudades veré tu huella, (balas de algodón),
será tu luz mi guía por las calles.
Una lágrima en París abrasa cada día.

Hoy, que la mar está brava,
he vuelto a pensar en ti.
No puedo soltar las velas,
amarrado en tu puerto refugio
espero el día que vuelvas
por una leve caricia para tu alma.
Ese día tampoco te quiero fallar.

Tú eres, Amor, quien das aliento a mi vida.
Cada vez que Te respiro vivo,
aspiro y llego a lo más alto.
Y si caigo y no te veo cerca me apago.
Me apago, suspiro y muero

Yo sé que me esperas, Amor.
Sé que no duermes, mi amor.
Esperemos tan solo que escampe.
Bien sabes que este pitillo es parte,
Es parte, es parte
del precio del amor

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