SARDINHAS Y LEITE BAJO EL SOL DEL SINAI

...cada día te miento. Si.

Tú eres Lisboa. Y por qué te perdí?
na aquela rua Lourenço Marques
si eres de lo que más quiero yo?

Ficaste en mi discretamente
como un plastiquillo que arde
arrugándose veloz en el rescoldo
de una lumbre de un hogar.
Tan cálido siempre...
Nunca termina por quemar.

Y no sé por dónde empezar.
Es fuego? es tempestad?
un hogar en el fondo del mar?
Lo que viene a caer por Navidad,
sin Jesús ni Joao (ni Pedro ni nieve),
ni guías para navegar.

Juanito tenía un mini, una capa, un manto.
Bajo él trompetas, esponja y cepillo de viaje
En vuelo tras una mirada: la supervivencia
de un pez de ciudad.
No era la capa de Marx?

Hotel! Dulce hotel! Hogar! Dulce hogar!
No hay capa ni manto que, en tiempos de frío,
abrigue tanto. Es tu vientre María (esa foto del cielo),
una amiga mía, y otra fotografía: Nevenka Bernal.
Una bella mirada para cada día.

Sardinhas y leite para una paloma.
Nieve que funde las manos del niño herido.
Tengo una lágrima, o dos, para derramar.
Una por tus ojos, tu mirar.
Otra por tu corazón grande y perfumado de azahar.

¿No es más bello cuanto escuchamos
que cuanto pronunciamos?
Por eso bendigo la madre que parió
esos ojos que un día se posaron en mí.
Aquellos que volaron.
Estos que me anidan en silencio.

Porque estás en mi casa y sus flores.
En mis luchas y son amores...
Pitillo y copa de champán:
Amor a Portugal.

© copyright 2008 PENIN | Diseño y desarrollo: Quick